Respuesta del Doctor a Garrik.

Garrik, actor de Inglaterra. Hacía reír a ricos y a pobres, a feos y guapos. Pero él estaba aburrido al grado de la desesperación. Sentía que lo había visto todo y que nada le interesaba. 

 

Garrik suena claramente deprimido, y abandonado por si mismo. Y hay varias cosas interesantes: él sigue haciendo reír. ¿y qué es hacer reír como lo hacía Garrik? es la caricaturización de reacciones individuales o colectivas a través de la emulación de reacciones personales e interpersonales. ¿Cómo se logra esto? con empatía. Mucha empatía. Que se logra siendo observador, sensible, y comprendiendo los patrones sociales y emocionales de una persona y también de millones de ellas como cardumen. 

 

Conforme va aprendiendo a emular a una persona, Garrik puede hacer reír a esa y a otra parecida, que eventualmente también emula, y así sucesivamente hasta que puede distinguir que hay sorprendentemente pocas variedades de personalidades y de reacciones. Así puede dedicarse a ser empático, y forjar una carrera exitosa a base de ser simpático. La consecuencia irónica es el precio que paga con tristeza y hastío. Claro. Mientras más personas va logrando emular, más capacidad de sorpresa va perdiendo. 

 

Un pianista que repite y repite sus composiciones, será consecuentemente mejor; pero será más difícil impresionarlo con un simple minueto de Bach. Un Garrik que repite y repite su trabajo de divertir a la gente, es también cada vez mejor pero será más aburrido el mundo para él. 

 

¡Cuántos hay que, cansados de la vida,

enfermos de pesar, muertos de tedio,

hacen reír como el actor suicida,

sin encontrar para su mal remedio!

 

El poema acaba y no nos dice mi abuelito qué hizo Garrik con su enfermedad. Me divierte pensar qué le contestaría el doctor después del dramón que le arma en el consultorio Garrik. Finalmente el doctor es un especialista y Garrik, un deprimido quejumbroso más en la lista diaria de pacientes del médico. 

 

 

 

Señor Garrik, pero qué gusto. 

No le reconocí yo, pero no me disculpo

¿cómo iba yo a saber su identidad 

si cambiar su cara es su mayor capacidad? 

 

Es este talento la causa y el remedio de su mal. 

Pero si su tedio es vasto, el planeta lo es más. 

No permita usted que la arrogancia lo posea, 

que es el mejor actor, sí, pero sólo de Inglaterra. 

 

Si hacer lo que mejor hace lo entristece, 

recuerde todo lo que mal hace, que seguro en eso excede

¿bailar puede usted, tap, salsa, y flamenco?

¿Declama también en francés, en kirundi y en griego? 

 

La mente analítica se aburre con la comprensión, 

pero es un estado pasajero y de infinita evolución. 

Si su mente en el análisis pone foco; 

entonces creo que últimamente está esforzándose poco. 

 

Es momento de retos mayores, 

que le devuelvan el afán y le sanen los dolores. 

No hay nada qué extirpar, ni hueso qué soldar, 

la cura de su llanto es poner esa mente a trabajar. 

 

Como cualquier mal, la cura no es inmediata, 

pero ésta va a ser larga, en medida de su fiaca. 

Salir de este estado se logra con humildad, 

se logra con paciencia, pero se logra con seguridad. 

 

Salga pues de mi consultorio

regrese a repartir risas y jolgorio

cargue el peso de lo que ha logrado

y encuentre consuelo en todo en lo que ha fracasado. 

 

Ricardo Díaz. 

Tataranieto de Juan de Dios Peza. 

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